jueves, 4 de septiembre de 2014

La Culpabilidad



     Lo primero que hay que dejar en claro al abordar este tema, es que el sentimiento de culpa es una señal de que estas viviendo en el pasado. Y lo segundo a tener en cuenta, es que sentirse culpable te paraliza por completo.
     Ahora bien, supongamos que te sientes muy disgustado y apenado por lo sucedido durante el Holocausto. Ahora te pregunto, sentirse mal por ese hecho, modifica en forma alguna los resultados provocados en ese entonces? Seguramente me responderás que no, que eso forma parte de la historia y que no se puede modificar el resultado. Pues bien, permíteme decirte que lo que te sucedió esta mañana, es tan historia como el Holocausto. Es decir, es algo que ya sucedió, que pertenece al pasado, y que por tanto es en tu mente en el único lugar donde lo conservas.
     Cuando te sientes culpable por algo, no sólo te estás haciendo daño a ti mismo, sino que sientes tanto miedo que te quedas completamente paralizado, y no eres capaz de modificar el presente para que aquello no vuelva a tener lugar. De hecho, estás haciendo todo lo contrario. Como dije anteriormente, cuando experimentas sentimientos de culpabilidad, estás viviendo en el pasado, lo estas reafirmando, y por ende estás haciendo que eso vuelva a repetirse en el futuro. Porque “así como piensas, así serás”; y si te encuentras pensando y sintiendo la culpa que te genera algo que ya ha ocurrido, lo que estás haciendo es etiquetarte a ti mismo como culpable, y es eso mismo lo que estas proyectando en tu presente, y como consecuencia, es lo que estarás atrayendo en tu futuro. Y así es como luego dices “que mala suerte, siempre me ocurren las mismas cosas”. Pero no es mala suerte, ni buena, ya que la suerte de por sí no existe. Lo que sucede es que vives en el pasado, y por ende, tu pasado es lo que continuamente se está manifestando en tu vida.
     La culpa te ciega, porque es una emoción que trabaja desde el miedo, y por tanto no te permite ver mas allá; al punto que cuando no te sientes culpable tú mismo, depositas esa culpa en otro. Entonces juzgas y criticas a tu hermano por considerarlo culpable. Pero deberías tener presente que si ves la culpabilidad en tu hermano, estas reconociendo esa misma culpa en ti mismo, y por consiguiente, la estás reafirmando. Porque lo que ves en otros, es simplemente el reflejo de lo que se encuentra en tu interior.
     ¿Cómo puedes, entonces, ver la culpabilidad en tu hermano? Aunque él se haya comportado de forma que tú no compartes, lo que haya hecho forma parte del pasado, al igual que el Holocausto y lo que te ocurrió esta mañana. Y como ya dije, el pasado es historia, por tanto, cuando juzgas a tu hermano por su accionar en el pasado, te estás negando a ti mismo la posibilidad de verlo tal cual es en el presente. Es decir, no estás viendo a tu hermano aquí y ahora, sino que estas percibiéndolo según su historia; y esa historia está sujeta a los preconceptos que tú mismo has impuesto en tu mente, basándote en los filtros del pensamiento del ego. De esta manera, no te estás permitiendo verlo como el Santo Hijo de Dios que él es, y por tanto, tampoco estas reconociendo esa cualidad en ti mismo. Al no reconocer esto, lo que estás haciendo es reafirmar tu sentido de carencia, y por ende, estas permaneciendo en la oscuridad. Y desde ese lugar, lo único que puedes hacer es buscar la fuente de la culpabilidad en algo externo a ti.
     Así es como entonces, la culpa de tus problemas financieros los tiene el Estado o la economía, la culpa de que tu matrimonio no vaya bien la tiene tu pareja, la culpa de que tu trabajo no te haga feliz la tiene tu jefe, e incluso la culpa de tus enfermedades la tiene Dios. Pues bien, debes comprender que Dios no sabe lo que es la culpa; Él tan solo sabe de responsabilidades, y puesto que tú estás hecho a imagen y semejanza de tu Padre, tú y solo tú, eres el responsable de todo cuanto sucede en tu vida. Tienes que entender, entonces, que tu realidad actual no es más que el desenlace de todas las decisiones que has tomado a lo largo de toda tu vida.
     Por consiguiente, debes dejar de buscar la fuente de la culpabilidad fuera de ti mismo, y debes empezar a mirar dentro tuyo, porque es ahí donde se encuentra la clave de tu propia responsabilidad. Recuerda que, como dijo Facundo Cabral, “Dios te puso un ser humano a cargo, y ese eres tú”; por tanto, deja de echarles la culpa a los demás, y comienza a hacerte responsable de ti mismo.
     Porque, mientras de algún modo creas que está justificado considerar a otro culpable, independientemente de lo que haya hecho, seguirás en la oscuridad. Entonces no estarás buscando dentro de ti, y es ahí donde está la luz.
     Por eso, cuando mires en tu interior y reconozcas la luz radiante, comenzarás a librera a otros de la culpabilidad, y de esa manera te liberarás a ti mismo.