martes, 10 de febrero de 2015

Elige de nuevo





    Aquello en lo que crees es lo que compartes. Tu comportamiento es un reflejo de tus creencias, las cuales habitan en tu memoria. De manera que tu pasado las reafirma constantemente.

No importa la forma que tomen tus creencias, incluso tampoco importa si algunas de ellas han cambiado a lo largo del tiempo; todas se basan en un mismo sistema de pensamiento, el cual es completamente personal. Cada persona en el mundo, en base a este mismo sistema de pensamiento, adopta sus propias creencias, y las reafirma al compartirlas con el mundo.

Este sistema de pensamiento personal es siempre el mismo y se lo conoce como ego o subconsciente.



No se te pide aquí que abandones todas tus creencias porque inevitablemente en algo hay que creer. Tan solo se te pide que las cuestiones. Y ni siquiera necesitas cuestionar todas y cada una de ellas por separado, eso será parte del proceso. No obstante, te invito a que te aquietes un instante, dando lugar al momento presente. Y desde ese lugar puedes cuestionar la creencia de que tú “eres” tus propias creencias.

Déjate fluir hacia tu interior y observa que has decidido elegir un sistema de pensamiento personal. Ciertamente has elegido al ego como premisa sobre la cual se asientan todas tus creencias. Tú has tomado esa decisión por tu propia voluntad. Pero tu voluntad es constantemente en ti mismo. De manera que puedes volver a elegir. Puedes dirigir tu voluntad hacia otra dirección, con otro enfoque.



Esto implica que eres tú quien ha tomado la decisión. Tú eres el tomador de decisiones.



Entonces puedes volcar tu voluntad hacia un sistema de pensamiento impersonal, basado en una mente sana y libre, carente de todo conflicto y por tanto consciente de su total ausencia de carencias.

Este sistema de pensamientos te podrá parecer algo completamente nuevo, pero no lo es en absoluto, y esto tu corazón lo sabe. Muy en lo profundo puedes sentir que eres en verdad el tomador de decisiones.

No obstante, al ser un sistema de pensamiento recto, es decir, no dual, es radicalmente opuesto al sistema de pensamiento del ego, el cual está basado en la dualidad en vez de en la unidad. Es este radical cambio de enfoque lo que parece atemorizarte, haciendo que el cambio de mentalidad te parezca imposible. Pero te recuerdo que tu mente funciona bajo la dirección del ego, y mientras esto continúe siendo así, te parecerá imposible poder comprender este nuevo sistema de pensamiento al cual te estoy invitando para que juntos nos unamos en paz.

De manera que no debes tratar de aprender algo nuevo, aunque así lo parezca, sino que más bien debes enfocarte en quitar del medio todos los obstáculos que te impiden ver la simpleza del sistema de pensamiento de la mente recta.

Te aseguro que tras esos obstáculos se extiende una belleza infinitamente amorosa. Al alcanzar esta belleza, tu percepción acerca de la vida será radicalmente opuesta a la que tienes ahora al haber permitido que la paz reine en tu mente, y de esta manera habrás cambiado el propósito que le otorgas al mundo. Esto se debe a que al modificar la causa modificas instantáneamente el efecto, ya que la causa y el efecto se encuentran en el mismo lugar, aquí y ahora. La causa es tu decisión de hacia dónde dirigir tu voluntad, el efecto es lo que percibes del mundo, lo cual es tu responsabilidad.



Ya conoces lo efecto de haber elegido un sistema de pensamiento basado en el miedo y la ilusión. Tienes en tu poder ahora, y siempre, la decisión de volver a elegir, en este caso un sistema de pensamiento basado en el Amor y la Verdad.

De manera que ya sabes, la decisión es tuya. Elige de nuevo!

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